Hoy, desde el momento que miré la luz del sol, presentía que este día sería especial, no sabía en qué, pero de que lo fue lo fue.
Mi padre me despertó a punta de gritos, pues ya se le hacía tarde para irme a dejar al colegio para después irse rayando a la legislatura.
Después de la gran odisea me senté en el pupitre para esperar a Julián, mi amigo de toda la vida. Mientras miraba el reloj, entró la maestra fascinada (supongo que por el acetato de Jorge Negrete que le regaló su maridito) y nos dijo que tenía junta de consejo, por lo que no habría clase.
Como de costumbre, Julián llegó tarde y le mencioné lo de la clase perdida, así que bajamos al patio para almorzar algo.
Yo sé que siento cierto “gusto” por los hombres, pero no he querido mencionarlo con nadie ¡me lincharían! Sin embargo, al ver a ese chico en el patio, solo, como si no estuviera aquí, mi alma se quebrantó; sentía una extraña palpitación, como si encontrara algo que buscaba desde hace tiempo. Me puse muy nervioso y Julián se dio cuenta, pero distraje su atención con la curvilínea hija del conserje, fue fácil.
En las siguientes horas no dejé de pensar en lo sucedido, ya que él también me miró extrañamente.
No sé como, pero investigaré cual es su grado, sólo espero sea como yo…
20 de Mayo de 1952
Me costó un poco de trabajo, pero hace apenas unos días investigué al chico; se llama Cervantes, o bueno, así le decimos, pues ya le hablo y lo conozco un poco más: su color favorito es al azul, le encantaría ser doctor, odia el estofado de pollo y compartimos un gusto musical: Jorge Negrete.
Me siento muy bien cuando conversamos y estamos juntos, pues es como yo, hasta me dijo que si llevábamos una relación como la de papá y mamá; pero obvio que nadie se entere, ahora la cuestión es: personas como nosotros… ¿podrán conocer el dichoso amor?
3 de Noviembre de 1953
Hace tiempo que no redacto en estas páginas, pues he tenido un poco de ocupaciones porque papá anda de aquí para allá en la legislatura con la nueva reforma sobre el voto de las mujeres. Yo tengo que ayudarle para aprender el oficio, si es que quiero estudiar para abogado.
Esta situación ha sido un poco difícil para Cervantes y para mí, pues no hemos tenido tiempo de vernos tan seguido como antes en aquel lugar tan especial; cada vez que lo veo es como si nos fuéramos de este mundo. Es muy extraño, de verdad siento como si estuviéramos caminando juntos por un sendero lleno de luz y nunca fuera de noche, siempre es de día y comemos un mantecado de vainilla (como los que venden en el centro) cada que nos sentamos en aquella banca en la que sólo estamos él y yo, sin ningún otro ser alrededor, sólo se escucha esa bella melodía del señor Negrete: vengo acompañado de mi corazón, para que él te diga lo que quiero yo. Llego a tu ventana con una ilusión: mirar tus ojos, amor de mi amor…
Es tan hermoso lo que siento en estos momentos cuando plasmo sobre el papel todo eso que me mueve el amor y por fin respondo aquella cuestión: personas como nosotros pueden conocer el verdadero amor, sin temor a nada ni a nadie, ni siquiera siento el miedo de mí mismo…
15 de marzo 1954
No sé cómo fue que Julián se dio cuenta de lo que pasa entre Cervantes y yo. Hoy en la escuela me dijo que ya no tenía la necesidad de hablarme, pues él, no le habla a “depravados sátiros”.
Cervantes y yo tratamos de ser muy discretos, pues sabemos que podríamos ser linchados por toda la colonia; yo creo que Julián se dejó influenciar por lo que los demás dicen y no por lo que siente, pues hemos sido amigos toda la vida y sabe que no soy diferente a él en casi ningún aspecto.
Confieso que ese término de “depravados sátiros” me ofendió, aunque debo decir que no sé su significado, pero si su padre se lo dijo, ha de ser algo muy ofensivo.
He conseguido más amigos, pero nadie como Julián. Por si las dudas, trataré de ya no estar tanto tiempo con Cervantes…
17 de diciembre de 1954
Hoy conocí a la hermana de Cervantes que vino de Estados Unidos, es algo fea; usa fierros en los dientes, es gorda y muy alta para su edad, me quería reír cuando la vi fuera de la escuela. Vino para pasar el año nuevo con su familia.
Cervantes no está muy contento, pues sabe que ya no podrá tener la misma privacidad en su cuarto y dice que la liberación de la mujer fue una verdadera tontera, pues su madre ahora quiere tomar las riendas de su casa. Es muy gracioso cuando él lo cuenta, me hace reír mucho.
Pero mi sonrisa cambió, cuando por la tarde, de regreso a casa, miré algo muy impresionante: vi como dos policías sacaban de su casa a dos hombres desnudos porque los encontraron en la cama, ya que su esposa fue a la delegación denunciando a su infiel marido. Me espanté mucho y me eché a correr. Llegué a casa y me encerré en mi cuarto para describirlo todo en estas hojas, la verdad no quiero que nos pase eso a Cervantes y a mí. Tengo mucho miedo…
21 de agosto de 1955
Tuve que sacarme de la cabeza lo que les hacían a esos pobres hombres aquel día en la calle, recuerdo que se lo conté a Cervantes y se puso a llorar, es demasiado sensible, pero eso nos sirvió para tener más cuidado.
Ahora ya entramos a la preparatoria y estamos en rumbos muy diferentes, pero no por eso nos dejamos de querer.
Mis padres piensan que Cervantes es muy buen amigo, desde hace ya tres años, pues creen que es mi mejor amigo, pero realmente es mucho más que eso.
Ya no he sabido nada de Julián, lo último que supe fue que tuvo una novia que salió embarazada de alguien más. Pobre Julián, no me gustaría estar en sus zapatos.
Por otra parte, siento que Cervantes y yo vamos muy bien, tenemos muchos planes por hacer y lo que más me gusta es que no se lo decimos a nadie, porque como dice mi tía: “si lo dices, se sala y ya no se cumple” por eso sólo lo sabemos él y yo.
Ya casi cumpliremos la mayoría de edad y tendremos un sinfín de compromisos, pues mi padre querrá que ya trabaje en la Legislatura del Congreso y Cervantes tendrá que empezar a ir al Servicio Médico Forense.
4 de enero de 1959
Esto de llevar un diario me hace bien pues puedo reflexionar sobre qué pensaba y hacía apenas unos años atrás, y me doy cuenta que conforme pasa el tiempo, todos vamos madurando de cierta manera.
Ahora estoy un poco triste, pues mi familia se cambiará a Boca del Río, Veracruz y yo me quedaré aquí por la universidad…y por Cervantes.
De vez en cuando iré a visitarlos para ver como están, de todas formas les escribiré seguido para que no crean que me olvidé de ellos.
No me gustaría dejar de escribir, ni tirar este gran diario que es un manojo de recuerdos, simplemente lo guardaré para que cuando esté anciano, tenga en qué entretenerme y no andar de rabo verde.
A veces me da miedo crecer, pero a la vez me da tanta curiosidad saber cómo será mi futuro; solamente dejaré que el destino haga lo suyo. Todo a su tiempo...
1 comentarios:
Los amé! A ti y a tu texto, obvio...
¡Qué manera de narrar y qué historia! Me gusta lo "poco común" por darle un adjetivo, pero esto me encantó.
Algo curioso es que moviste en mí algo, fue como si me inspirara extremada ternura el texto. Es la inocencia pura plasmada... hay citas que me fascinaron, pero en general lo amé.
Deberíamos hacer una premiación y votar entre nosotros cada seis meses por los mejores o algo así xD jaja
Bueno es en serio, yo votaría por este en narrativa.
Sigue así hermoso... siempre para apoyarte, lo sabes. Un beso! (:
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