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Una idea que convulsiona corazones

POSTRE DE LETRAS (Revista literaria) domingo, 27 de febrero de 2011 , ,
Ha sido buscado, llorado, agredido, utilizado, jugado, esperado, profanado,  encontrado, cantado, escrito, pintado; fuente de historias maravillosas y tragedias imperiosas: el amor es fuente de locuras y fantasías. Todos lo quieren, pero nadie esta dispuesto a entregar su vida y alma a cambio.
Lo miramos de frente, se nos quiebran las piernas junto con los nervios, nuestro cuerpo se ha olvidado de reaccionar, quizá enfermedad, embrujo o conspiración. Las cosas se detienen, pero él o ella sigue  en movimiento: ¿cómo es posible semejante desafió de las leyes naturales? Sólo hay un culpable: el amor. Deberíamos poder enjuiciarlo, pero no, la cosa no funciona así. El misterio y enigma del enamorado radica en que aún en situación de completa parálisis del mundo, la víctima de esta convulsión de la realidad ama estar en este estado. El enamorado ama sentirse enamorado.
Ironía o no, el amor es el motor de muchas de las hazañas que han movido, mueven y moverán el mundo. Buscar comprenderlo quizá sea una de las tareas más buscadas y difícilmente halladas por el  Hombre. Al respecto han existido un significativo número de teóricos, poetas y hombres tratando de descubrir sus secretos más profundos, más escondidos, el primer gran secreto.
Lejos de encontrar una respuesta única a estas preguntas me he conducido por el apasionado camino de las teorías del amor de las cuales he de decir que hubo una idea (entre una ola imponente) que convulsionó mi mente y corazón, idea que quisiera compartir para quizá crear con ella un terremoto de nuevos sentimientos que explorar y compartir: “Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente    en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar” 
Una frase sencilla que oculta sabiduría pura tras la sabana de sus letras. Hemos buscado siempre a esa persona especial que nos haga sentir especiales, que nos ame, vea por nosotros y lejos hemos estado de buscar aprender el verdadero arte de amar (Amar es verbo, no sustantivo).
Eric Fromm nos deja tras de sí una nueva forma de comprender el corazón del ser humano, una forma de conquistar aquel terreno que el hombre no ha logrado pisar: el centro de sí mismo, la fuente del amor, el alma. Y que el mundo se convulsione de sentimiento, pues el amor está a punto de ser conquistado.

1 comentarios:

dianalicious quaquaq dijo...

Buen autor al que decides citar tocando el tema. Me gustó :D

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